El 12 de octubre es una fecha conmemorativa que, dependiendo del país, puede ser motivo de celebración, reflexión o protesta. Conocido tradicionalmente como el Día de la Raza, esta fecha marca la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492 y ha sido interpretada de diversas maneras a lo largo del tiempo y en distintas naciones.
Origen y evolución del Día de la Raza
El término “Día de la Raza” fue propuesto en 1913 por el pensador y político español Faustino Rodríguez-San Pedro, con la intención de conmemorar la unión entre Europa y América tras el llamado “descubrimiento” del continente. En muchos países de América Latina, esta conmemoración fue adoptada como símbolo de una identidad mestiza y la herencia cultural compartida entre los pueblos indígenas, africanos y europeos.
Sin embargo, con el paso del tiempo, esta visión ha sido fuertemente cuestionada por comunidades indígenas y movimientos sociales que consideran el 12 de octubre como el inicio de un proceso de colonización, despojo y violenciahacia los pueblos originarios del continente.
Nuevas denominaciones: resistencia, diversidad y reflexión
En respuesta a estas críticas, varios países han modificado el nombre y el enfoque de la conmemoración:
- En México, aunque oficialmente sigue figurando como Día de la Raza en el calendario escolar, muchos sectores lo reconocen como el Día de la Resistencia Indígena.
- En Venezuela, desde 2002 se denomina oficialmente Día de la Resistencia Indígena, en homenaje a los pueblos originarios.
- En Bolivia, es el Día de la Descolonización.
- En Chile y Argentina, se reconoce como el Día del Encuentro de Dos Mundos y el Día del Respeto a la Diversidad Cultural, respectivamente.
- En España, se mantiene como el Día de la Hispanidad, y se celebra también como la Fiesta Nacional.
Cada año, el 12 de octubre abre el debate sobre la historia, la memoria y la identidad. Mientras algunos sectores conmemoran la expansión cultural y lingüística del mundo hispano, otros lo viven como una jornada de reivindicación de derechos, reconocimiento de los pueblos originarios y denuncia de las consecuencias del colonialismo.
En diversos países de América Latina, se realizan marchas, actos simbólicos y movilizaciones para exigir respeto a la autonomía indígena, protección de territorios ancestrales y justicia social.