Sergio Mayer Mori llegó con fuerza a La Granja VIP. En su primera semana, se convirtió en el centro de atención: fue nombrado capataz, marcó liderazgo desde el inicio y rápidamente se volvió viral en redes. Todo apuntaba a que sería uno de los grandes favoritos de esta edición.
Pero en cuestión de días, la historia cambió. Lo que al principio parecía seguridad, ahora muchos lo perciben como arrogancia. En redes sociales, las críticas no han parado. Lo llaman “hipócrita”, “doble cara” y aseguran que “se le subió la fama”. Su forma de liderar dentro del reality ha sido muy cuestionada por quienes esperaban ver a un participante más auténtico y cercano.
Mientras tanto, otros concursantes, menos ruidosos pero más genuinos, comienzan a conectar con la audiencia. En los comentarios se nota el cambio: el público ya no busca solo carisma, sino coherencia, humildad y honestidad. Y esa nueva tendencia está favoreciendo a quienes han mantenido un perfil más sencillo.
Así, lo que parecía una racha triunfal para Mayer Mori podría convertirse en una lección sobre lo que realmente valora la gente frente a las cámaras: no solo brillar, sino también ser real.