Calaveritas de azúcar: dulces que guardan historias y significados

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Calaveritas de azúcar: dulces que guardan historias y significadosCuando se acerca el Día de Muertos en México, pocas imágenes resultan tan representativas como las coloridas y sonrientes calaveritas de azúcar. Estos dulces, no solo endulzan la ofrenda, sino que llevan consigo capas profundas de historia, simbolismo y cultura.

Un origen que fusiona épocas
En tiempos prehispánicos, culturas mesoamericanas como los mexicas empleaban hileras de cráneos (el llamado Tzompantli) como parte de rituales dedicados al ciclo de la vida y la muerte.

Con la llegada de los españoles, aquellas manifestaciones fueron prohibidas o transformadas, lo que dio paso a nuevas formas simbólicas como las calaveritas de azúcar, que recogen esa tradición de la muerte simbólica, pero en un formato festivo y accesible.

Hecha a mano, llena de detalles
La técnica más tradicional para su elaboración es el “alfeñique”, palabra que, curiosamente, viene del sánscrito phañita (“pasta de azúcar”).

Las calaveritas típicas se moldean con azúcar de caña, jugo de limón y clara de huevo hasta formar una masa, que luego se decora con glaseado, colores vivos y, a menudo, el nombre de la persona a la que va dirigida.

Significados que se saborean
Memoria y muerte: Al plasmarlas en los altares, las calaveritas recuerdan que la muerte forma parte de la vida, y más que un final, es una continuidad.

Celebración y cercanía: Estas figuras no tienen un tono sombrío: con su sonrisa y colores festivos, invitan a la alegría del recuerdo, no al miedo ni nada por el estilo.

Regionalidad y variación: En diferentes estados de México se preparan con ingredientes particulares: en Puebla con almendra o pepita, en Oaxaca con miel, en chocolate o amaranto en otras regiones.

Estas calaveritas pueden ser un símbolo poderoso: implican tradición, cultura, autenticidad y emoción.