Autoridades de México y Estados Unidos inauguraron una nueva planta para la liberación aérea de moscas estériles, con el objetivo de erradicar la plaga conocida como “gusano barrenador del ganado” o screwworm, una de las más dañinas para la producción pecuaria en América.
El proyecto forma parte de un programa binacional de sanidad animal encabezado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), que busca prevenir la reaparición de la plaga en el norte de México y proteger la frontera sanitaria con Estados Unidos.
Durante la ceremonia de apertura, representantes de ambos gobiernos destacaron que esta instalación permitirá producir y liberar millones de moscas macho estériles cada semana, lo que reducirá la reproducción de los insectos silvestres. La técnica consiste en liberar machos previamente esterilizados que, al aparearse con hembras, impiden el nacimiento de nuevas larvas.
De acuerdo con las autoridades, la planta de Tampico es la primera en su tipo en la región y complementará las acciones de vigilancia biológica y fumigación preventiva que se realizan en estados como Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.
La titular del USDA, Brooke Rollins, afirmó que esta medida “marca un avance en la cooperación sanitaria regional y en el uso de tecnología biológica para controlar plagas sin afectar el medio ambiente”. Por su parte, la Sader destacó que el programa beneficiará directamente a miles de productores ganaderos, al reducir pérdidas económicas y fortalecer la exportación de carne mexicana.
Especialistas en sanidad animal coincidieron en que la apertura de esta planta representa un modelo de cooperación internacional exitoso, similar al implementado en Centroamérica en las décadas pasadas, donde la erradicación de la plaga permitió recuperar zonas productivas enteras.
Con la nueva planta de liberación de moscas estériles en Tampico, México y Estados Unidos refuerzan su alianza para proteger la salud animal y la seguridad alimentaria de la región. El proyecto se considera un paso clave hacia la erradicación total del screwworm en el continente y un ejemplo de innovación biotecnológica aplicada al control de plagas.


















