Aunque la temporada decembrina suele asociarse con celebraciones familiares y personajes como Santa Claus, en Islandia existe una figura tradicional que también aparece durante estas fechas: Grýla, un personaje del folclore nórdico cuya historia ha perdurado durante siglos y forma parte de las narrativas culturales navideñas del país.
Una presencia que antecede a la Navidad moderna
Grýla es descrita en antiguos textos islandeses como una criatura femenina que habita en las montañas y desciende durante el invierno. Su nombre aparece en manuscritos medievales, como el Poema Eddu, y se menciona en recopilaciones de cuentos tradicionales registradas a partir del siglo XIII. Investigadores del Instituto Árni Magnússon para Estudios Islandeses han documentado que su figura evolucionó con el tiempo, pasando de ser un ser asociado al invierno y la escasez a convertirse en un símbolo vinculado específicamente con la Navidad.
La historia detrás del personaje
De acuerdo con el Museo Nacional de Islandia, Grýla es conocida como una figura que aparece durante la época navideña en busca de niños que se portan mal. Con el paso del tiempo, su historia se integró a los relatos de los Yule Lads (Jólasveinar), personajes festivos que forman parte del folclore islandés y que, en versiones modernas, cumplen un rol similar al de los ayudantes de Santa Claus. En la tradición actual, Grýla es considerada la “madre” de estos trece personajes, quienes realizan visitas a hogares islandeses durante los trece días previos a la Navidad.
Un reflejo de la vida en invierno
Especialistas en estudios culturales en universidades nórdicas han señalado que personajes como Grýla surgieron en un contexto social marcado por los duros inviernos, la falta de luz y la necesidad de transmitir reglas de convivencia a los más jóvenes. En una entrevista para el medio público islandés RÚV, la investigadora Terry Gunnell, de la Universidad de Islandia, explicó que estos relatos funcionan como una forma de educación moral tradicional, además de ofrecer una visión de cómo las comunidades entendían el entorno natural y sus desafíos.
Una figura vigente en la cultura contemporánea
En Islandia, Grýla continúa presente en celebraciones invernales, festivales culturales, exposiciones y narraciones dirigidas a visitantes. Su imagen se ha adaptado a representaciones menos amenazantes y más simbólicas, pero conserva su vínculo con la época navideña y con el folclore nacional. Para especialistas en cultura islandesa, esta permanencia demuestra la relevancia de los relatos orales en la identidad de las comunidades.
Aunque poco conocida fuera de Islandia, Grýla forma parte de un conjunto más amplio de tradiciones navideñas que reflejan la diversidad cultural del mundo. Su historia es un recordatorio de cómo las celebraciones invernales están ligadas tanto a creencias contemporáneas como a narrativas ancestrales que continúan transmitiéndose de generación en generación.