Mientras continúan los esfuerzos diplomáticos encabezados por Estados Unidos para intentar frenar la guerra en Ucrania, la violencia no se detiene en el terreno. Un ataque con misiles rusos contra el puerto de Odesa, al sur del país, dejó ocho personas muertas y al menos 27 heridas, de acuerdo con el servicio de emergencias ucraniano.
El bombardeo impactó directamente en la infraestructura portuaria y zonas cercanas. Algunos de los heridos viajaban en un autobús que circulaba por el área atacada, mientras que camiones y vehículos particulares resultaron dañados o incendiados. El gobernador regional, Oleh Kiper, confirmó que se trató de misiles balísticos.
Horas después, Rusia evitó reconocer el ataque de manera directa. El Ministerio de Defensa ruso señaló que sus fuerzas habían golpeado instalaciones de transporte y almacenamiento utilizadas por el ejército ucraniano, así como objetivos energéticos vinculados al esfuerzo bélico de Kiev.
En paralelo a la escalada militar, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski se refirió a una nueva propuesta diplomática impulsada por Washington. Estados Unidos sugirió una reunión trilateral entre Ucrania, Rusia y Estados Unidos, con la posible participación de representantes europeos. Sin embargo, Zelenski expresó dudas sobre su efectividad y aseguró no estar “seguro” de que el encuentro genere resultados distintos a los obtenidos en conversaciones previas, como las realizadas en Turquía, que solo derivaron en intercambios de prisioneros.
Durante una conferencia de prensa en Kiev junto al primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, Zelenski subrayó que el rumbo del proceso dependerá en gran medida de la postura que adopte Estados Unidos tras dialogar con Moscú. “No sé aún cómo responderán después de esas consultas, pero lo sabré más adelante”, afirmó.
En ese mismo acto, Ucrania y Portugal firmaron un acuerdo para la producción conjunta de drones marítimos, una cooperación que Zelenski calificó como clave para reforzar las capacidades defensivas europeas frente a futuras amenazas.
Por otro lado, el Estado Mayor ucraniano informó que drones de Kiev atacaron instalaciones rusas, incluida una plataforma petrolera operada por Lukoil, un sistema de radar en Crimea y un buque patrulla militar en el Mar Caspio. Hasta el momento, Rusia no ha confirmado el alcance de los daños.
En el frente diplomático, el enviado del Kremlin, Kirill Dmitriev, tiene previsto reunirse en Miami con el enviado estadounidense Steve Witkoff y con Jared Kushner, yerno del presidente Donald Trump. Estas conversaciones se producen tras encuentros previos entre funcionarios ucranianos, europeos y estadounidenses en Berlín, como parte del plan de paz impulsado por la Casa Blanca.
Trump ha intensificado sus gestiones para poner fin al conflicto, aunque las posturas de Kiev y Moscú siguen siendo profundamente opuestas. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha reiterado que Rusia continuará la ofensiva militar si Ucrania no acepta sus condiciones.
Mientras tanto, la Unión Europea acordó destinar 90 mil millones de euros en apoyo militar y económico a Ucrania para los próximos dos años. El Fondo Monetario Internacional advierte que el país necesitará 137 mil millones de euros adicionales entre 2026 y 2027, en un contexto en el que la economía ucraniana se encuentra al límite.
