Una bomba de un megatón podría ser el asesino perfecto de un asteroide de hasta 100 metros de diámetro. Científicos de Universidad de John Hopkins se brindaron a la labor de examinar si una explosión nuclear provocada por una bomba era suficiente para lograr desviar un asteroide que estuviera a menos de 2 meses de impactar en la Tierra.

Para este plan, los estudiosos partieron de la conjetura de que hacer si se detectaba bastante tarde la existencia de un asteroide que pudiera ocasionar un acontecimiento cataclísmico en caso de llegar al mundo.

Para sus estudio, los científicos usaron simulaciones de alta fidelidad, donde concluyeron que un asteroide sigiloso de hasta 100 metros de diámetro puede ser eliminado usando un dispositivo nuclear de un megatón,. Esto realizaría que el 99.9% de su masa fuera despejada del camino a la Tierra, empero únicamente si el asteroide era atacado por lo menos 2 meses anteriormente del efecto.

Esta opción no obstante podría ser el último recurso en caso de que el asteroide no fuera descubierto a tiempo. En las simulaciones desarrolladas por los equipamientos dirigido por el físico Patrick King, del laboratorio de Física Aplicada de la Universidad de John Hopkins encontraron que si el efecto se daba 2 meses o más antecedente de la fecha de efecto proyectada, se podía asegurar que casi todos los fragmentos que sobrevivieran a la explosión se perderían al llegar a la Tierra.

Cualquier fragmento que llegara al mundo posiblemente podría ser lo suficientemente diminuto como para quemarse en la atmosfera

Megan Bruck Syal, investigadora de custodia planetaria en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore

No obstante, si se calcula mal la energía elemental para eliminar un asteroide, puede ocasionar varios fragmentos lo suficientemente monumentales como para impactar con una maltrato notable.

El miedo a los choques de asteroides

En sus planteamientos además dicen que pese a ser un miedo en la población, en cierta forma causado por la tendencia cinematográfica de los años 90s, los científicos no se preocupan de los monumentales esterilizadores de planetas. Además, casi todos lo asteroides más grandes a un kilómetro de diámetro permanecen plenamente determinados y según Bruck Syal.

Sin embargo, los científicos centraron su atención en asteroides subjetivamente “pequeños”, del tamaño de estadios de futbol, que son numerosos y que poseen la función de evitar los observatorios de caza. Esta clase, son en especial preocupantes pues podrían aparecer en los radares de la nada, indicó Syal.

Aun cuando puede que un asteroide “tan diminuto” no parezca un peligro más grande comparándolo con el de casi 10 kilómetros que se estrelló contra la Tierra hace 66 millones de años, siguen representando un peligro potencial. La alusión previa está en Siberia en 1908, donde un meteoro de alrededor de 250 metros alcanzó perjudicar bastante más de 2,000 kilómetros cuadrados de bosque.

Hasta ahora se labora activamente en eludir y documentar los peligros de impactos

Hasta ahora, los proyectos de la NASA al respecto permanecen centrados en impactar de manera preventiva un asteroide con una nave espacial, lo cual permitiría crear un fomento suficiente para apartarlos del camino a la Tierra. Esta táctica se probará el próximo año con la tarea de redireccionamiento DART.

Además, la Agencia además labora en otros proyectos como el NEO Surveyor, un futuro telescopio espacial que permitiría identificar 2 tercios de estas amenazas y minimizar el grado de peligro de cualquier efecto sorpresivo.