El barco autónomo, denominado Roboat III , es la creación del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL) del MIT, el Laboratorio de la Ciudad Senseable y el Instituto de Ámsterdam para Soluciones Metropolitanas Avanzadas. 

Desarrollado y probado por primera vez en entornos de piscinas en 2015, Roboat ha sido objeto de amplios rediseños para convertirse en un servicio de ‘taxi’ autónomo a gran escala para los residentes de la ciudad. 

La versión del año pasado, el Roboat II , era un modelo de dos metros de largo, de dos metros de largo, en bloques y de un color amarillo monstruoso, capaz de transportar a dos pasajeros. A pesar de su apariencia, la tecnología detrás del barco, incluidos los sensores y las tecnologías de mapeo, significaba que el barco podía navegar de forma segura durante tres horas con un margen de error de 0,17 m. 

Sin embargo, el nuevo diseño es elegante, negro y gris, y ahora puede transportar hasta cinco personas o 1500 kg de carga.

Según MIT CSAIL y el Instituto AMS, Roboat es completamente eléctrico, capaz de cargarse de forma inalámbrica y está equipado con una batería del tamaño de un “cofre pequeño”, lo que le permite conducir por los canales hasta 10 horas seguidas. 

El sistema de control de Roboat es similar al que se usa en los autos autónomos: una combinación de escaneos LIDAR, creación de mapas digitales, detección de objetos y obstáculos, y sensores y cámaras que brindan al bote una ‘vista’ de 360 ​​grados de su entorno. 

Como las vías fluviales pueden estar congestionadas con otro tráfico, así como con objetos, incluidos puentes, botes estacionados y vehículos en movimiento, los científicos decidieron ajustar los controles autónomos para asumir un papel descrito como un timonel que ladra órdenes al bote ‘remero’ basado en sus alrededores. 

Las hélices reciben órdenes de seguir rutas específicas y puntos de destino basados ​​en GPS y escaneo continuo del entorno inmediato de la embarcación para evitar choques accidentales. 

Además, el sistema de detección de objetos de Roboat está bajo constante revisión. 

“Cuando la percepción detecta un objeto invisible, como una canoa, por ejemplo, el algoritmo marca el elemento como” desconocido “, explicó el equipo.” Cuando el equipo analiza los datos recopilados del día, el objeto se selecciona manualmente y se puede etiquetar como “canoa”.

Otra mejora en el diseño del vehículo autónomo es el uso de códigos QR. Las cámaras del barco pueden escanear estos códigos para guiar el vehículo a las estaciones de atraque, u otros barcos para crear puentes temporales para los pasajeros. 

El “barco robótico a gran escala y totalmente autónomo está listo para ser desplegado a lo largo de los canales de Ámsterdam”, dicen los equipos, y los pilotos públicos ahora están programados para su lanzamiento. Sin embargo, los operadores humanos desempeñan un papel en el seguimiento de los despliegues de Roboat. 

“El centro histórico de Ámsterdam es el lugar perfecto para comenzar, con su red capilar de canales que sufren desafíos contemporáneos, como la movilidad y la logística”, comentó Stephan van Dijk, Director de Innovación del Instituto AMS.