Naomi Carmona / Grupo Marmor
Morelia, Michoacán.- Para la familia de Jessica González Villaseñor, su amor por ella es inmenso, pero el cansancio deriva de un proceso que va “paso a pasito”, y leyes que los tienen a un año y dos meses de que no han podido acceder a la justicia en su feminicidio.
“No es aceptable porque no son los tiempos, no es posible que ya tenemos un año con todas las pruebas en la mano, por eso mi desesperación”.
Luego de la fase oral de la audiencia intermedia llevada a cabo este viernes, y tras seis horas de alegatos de la defensa de Diego Urik N., la señora Verónica Villaseñor Ferreyra, auguró un cambio de abogados del presunto feminicida, asegurando que ese ha sido el método del imputado para alargar el juicio.
Sí bien, dijo que el tiempo que ha pasado le ha servido a la Fiscalía General de Justicia del Estado para prepararse y pulir el caso, reiteró que su familia está cansada de que las partes vean las leyes, las escuchen y no las quieran entender.
Este día los abogados de Diego buscaban incorporar una nueva prueba para mostrar que él no asesinó a la profesora, esto con base al celular de Jessica que mantuvo actividad días después de su feminicido, sin embargo, el juez Fernando Hernández Hernández, declaró improcedente la prueba.
Sobre ella, Verónica declaró: “dice que mi hija siguió usando su teléfono, que me diga dónde para irla a buscar”.
La siguiente fase será la del desahogo de testigos, entre familiares y amigos de ambas partes, así como de la parte pericial. Sobre esta etapa aún no hay fecha.
