En el olvido, lenguaje de señas para sordos en Michoacán

No hay una licenciatura en la materia, desde el 2010 no se ha reactivado la certificación de esta lengua, y quienes están certificados están mal pagados

Naomi Carmona / Grupo Marmor

Morelia, Michoacán.- De los 40 interpretes de lenguas de señas certificados en todo el país, 4 están a Michoacán para una población sorda de 36 mil personas en la entidad. No hay una licenciatura en la materia, desde el 2010 no se ha reactivado la certificación de esta lengua, y quienes están certificados están mal pagados; las instituciones demeritan esta actividad, tratan de negociar las tarifas o incluso se niegan a pagar el servicio.

En 3 años se puede llegar a aprender la lengua de señas, pero para su interpretación una persona puede tardar hasta 8 años, así lo mencionaron Alicia García Gallegos y Víctor Múgica Vega, ambos intérpretes activos a quienes se les ve en las actividades de gobierno del estado, en el Congreso Local y en instituciones autónomas, y quienes además trabajan con el diputado de Morena, Víctor Zurita Ortiz, el primer legislador con discapacidad auditiva en Michoacán.

Pese a lo que significa su profesión (estar activos en dos lenguas), el tiempo y dinero para su profesionalización, las instituciones de gobierno no respetan sus tabuladores económicos -600 pesos la hora- y terminan pagándoles lo que quieren.

El legislador reconoce que la actividad de sus intérpretes es su puente de comunicación con la sociedad, por lo que tiene que ser retribuido, además de que resalta la falta de intérpretes para los 36 mil michoacanos con esta discapacidad.

En un encuentro con los medios de comunicación, el morenista destacó la falta de intérpretes en áreas elementales como la de salud y justicia, lo que además de discriminación, pone en riesgo la vida de las personas sordas.

“Es un gran problema de la comunidad de sordos que van a instituciones y no tienen esa comunicación, es un derecho y es una parte fundamental el contar con intérpretes de señas (…) En el ámbito de salud cuando llegara a ocurrir un accidente o en alguna consulta de que el paciente tenga una enfermedad grave y que no haya una persona que tenga lengua de señas, se puede agravar que se le de algún medicamento mal o que incluso pueda fallecer y es una responsabilidad de la institución”.

Para Víctor Zurita además de la falta de conciencia, sensibilidad o cultura de la no discriminación, es necesario incluir la lengua de señas como una materia en las escuelas de educación básica, así como cursos a los funcionarios públicos.

“Sería magnifico que estuviera la lengua de señas como materia o taller, es como si impartieran el inglés o una materia optativa, para que así también se concientice a los niños y no nada más en el área educativa, sino impartirles clases a todas las instituciones, generar esa cultura de la inclusión, porque a final de cuentas, personas con discapacidad vamos a ir creciendo en ese número y sería muy importante que se genere esa cultura para que algún futuro se puedan generar acciones reales de inclusión y poco a poco se vaya acabando esa discriminación”.