En una de las calles de La Paz, Bolivia, una señora con 80 años de edad se quedó en un cajero automático esperando la llegada de su hijo durante tres noches, quien se supone pasaría a recogerla.
Vecinos de la zona le ayudaron con unas cobijas para que no pasara frío y procedieron a llamar a las autoridades para ir por ella.
Más tarde un reportero se acercó a dónde se encontraba esta abuelita y la encontró envuelta entre cobijas; la señora se negaba a abandonar el lugar pues ella seguía en la espera de su familiar.
El reportero comentó: “La abuelita está buscando a su hijo que se llama Édgar Mendoza. Hemos tratado de conversar con ella, tiene problemas auditivos, pero las autoridades han llegado a este lugar para poder trasladarla”.
No se tiene mucha información sobre lo que sucedió con esta persona de la tercera edad, más que su hijo es taxista.