Después de casi dos meses de asedio y bombardeos, las últimas tropas ucranianas quedaron atrapadas en la enorme planta siderúrgica Azov Starr en la ciudad estratégica de Moscú, que combina el territorio pro-Odonan Donbass y Crimea.
El presidente ruso, Vladimir Putin, celebró el jueves “el éxito de sus fuerzas al capturar la ciudad portuaria de Mariupol en el sureste de Ucrania y descartar un ataque final a la zona industrial atrincherada por la última resistencia”.
“Se tiene que pensar (…) en la vida de nuestros soldados y oficiales, no se tiene que penetrar en esas catacumbas y arrastrarse bajo tierra”, prosiguió. “Bloqueen toda la zona de tal forma que no pase ni una mosca”, ordenó el mandatario.
El alcalde de Mariupol, Vadym Boychenko mencionó que debe de haber un alto al fuego y declaro que por lo menos un día exista un alto de los ataques de Putin, sin embargo el orgullo de Vladimir parece ser superior.