En Michoacán, hasta el 70% de su población tiene depresión y ansiedad

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Miriam Meza/ Grupo Marmor

En Michoacán, alrededor del 60 o 70% de su población experimenta algún tipo de trastorno, señaló la presidenta del Colegio de Psicólogos de Michoacán, Laura Olivia Amador Zavala, quien afirmó que para controlarlo es preferible acudir a algún especialista.

En el marco de la inauguración del ciclo de conferencias “La psicología en sus diferentes abordajes”, la especialista subrayó que los trastornos más comunes que se han detectado en los últimos años son: La ansiedad, la depresión y tendencias suicidas.

En entrevista, Amador Zavala refirió que la tendencia suicida está asociada al uso y consumo de drogas, sobre todo las sintéticas.

La psicóloga subrayó que es muy fácil desarrollar una adicción si se consumen drogas sintéticas como metanfetaminas, las cuales con una o dos veces que se consuman generan una adicción de manera inmediata.

“Con una o dos veces es suficiente para generar la adicción, esto se debe a que hay una reacción directamente en las redes neuronales del cerebro, intensificando las emociones que regularmente no se logran”.

Dejó claro que una vez abierta esta puerta, se vuelve casi imposible volver atrás solo con mera voluntad, por lo que se requiere de la intervención de un centro especialista en adicciones.

“Porque al haber este fenómeno químico a nivel cerebral, los procesos se aceleran, y el sistema ya no puede autorregularse”, acotó.

Lo anterior lo declaró al concluir la serie de conferencias para especialistas en psicología y psiquiatría, denominadas, La psicología desde sus diferentes abordajes: neuropsicológico, clínico, forense, laboral, educativo, social e institucional.

Asimismo, explicó que la ansiedad es una sensación de preocupación experimentada de vez en cuando, especialmente cuando una persona tiene que enfrentar situaciones que pueden resultar estresantes como hablar en público o ir a una entrevista de trabajo.

Esto ocurre, dijo, porque la ansiedad es una emoción común y normal de las personas frente a situaciones estresantes y de incertidumbre y la emoción cumple una función útil que permite la adaptación a la vida.

Sin embargo, hay momentos en qué la ansiedad más que resultarnos útil se convierte en un obstáculo para llevar una vida normal.

Esto ocurre cuando aparecen síntomas de ansiedad sin motivos aparentes, o bien, que el nivel de ansiedad ante un acontecimiento es totalmente desproporcionado respecto al peligro real que supone.