El gobierno británico declaró este viernes el estado de sequía en buena parte de Inglaterra, lo que implica medidas a nivel local que pueden llegar hasta las restricciones en el consumo de agua, anunció una agencia gubernamental de medio ambiente.
La medida, declarada por primera vez desde 2018, llega en plena ola de calor en Reino Unido, la segunda de este verano en un país poco acostumbrado a las altas temperaturas.
Los científicos aseguran que estas olas de calor van a multiplicarse y prolongarse debido al calentamiento global.
“Pedimos que cada persona gestione la cantidad de agua que utiliza durante este periodo excepcionalmente seco”, dijo el director ejecutivo de la Agencia de Medio Ambiente, Harvey Bradshaw.
“Estamos mejor preparados que nunca para el clima cálido, pero seguiremos vigilando de cerca la situación, incluido el impacto en los agricultores y el medio ambiente, y tomaremos nuevas medidas si es necesario”, señaló el Secretario del Agua, Steve Double.