Una vez que Carlos III ha sido proclamado rey, a partir de mañana domingo comenzarán los funerales públicos para la reina Isabel II.
El domingo, el féretro de la reina se trasladará del castillo de Balmoral al Palacio de Holyroodhouse en Edimburgo, la residencia oficial de los monarcas en Escocia.
Un día después el féretro debería ser llevado en procesión a la cercana catedral de Saint Giles, que acogería un servicio religioso con miembros de la familia real.
Habrá una sesión de condolencias en el palacio de Westminster encabezada por el nuevo rey, Carlos III.
Por la tarde, Carlos abandona Londres para realizar una gira por Escocia, Gales e Irlanda del Norte, donde será proclamado rey.
El ataúd con los restos de la difunta reina llega por avión a Londres y, a continuación, al Palacio de Buckingham.
Procesión por el centro de Londres para llevar el féretro del Palacio de Buckingham a Westminster.
Los restos de la monarca permanecerán allí durante cuatro o cinco días en un catafalco color púrpura en Westminster Hall.
Los británicos podrán acudir a presentar sus respetos 23 horas al día. Se espera la llegada de miles de personas.
Todo el país se paralizará durante dos minutos de silencio.
Tras la ceremonia, la reina será enterrada en privado en la Capilla de San Jorge del castillo de Windsor, a 37 kilómetros de la abadía, junto a su marido el príncipe Felipe.
El funeral de la reina Isabel II, fallecida el jueves a los 96 años en su castillo escocés de Balmoral, tendrá lugar el 19 de septiembre en Londres, anunció este sábado el palacio real.
La ceremonia, a la que se espera la asistencia de dirigentes del mundo entero, se celebraráen la Abadía de Westminster, precisó. El rey Carlos III declaró feriado nacional durante esa jornada.
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