Laura Avalos / Grupo Marmor
Morelia, Michoacán.- Durante la pandemia por el Covid-19, Mauricio Cruz Navarrete, plasmó en “Café de otoño” una historia donde converge un triángulo amoroso, la parte criminal del país y también la violencia, pero además, el papel de las víctimas.
Una de las historias muestra que el protagonista periodista, quien tuvo sus inicios en dar a conocer notas de tipo criminal tiene como objetivo el ámbito político, por lo que lo lleva a buscar otros panoramas más amplios en la vida pública del país, y es así, como para realizar la entrevista a un capo viaja a Puerto Vallarta, donde se sitúan Diana y Yuritzi, formando este triángulo.
En estas páginas, Cruz Navarrete señaló que buscaba el hecho de aportar su experiencia en una vivencia basada a raíz de una experiencia personal, además, de interrogar el papel de Dios en las vidas.
Y es que lleva por nombre “Café de Otoño”, ya que lo que lo animó a escribir la historia fue la pérdida de su hijo en esa temporada del año, por lo que ante la necesidad de encontrarse o resguardarse con el anhelo que tuvo de ser escritor, se basó en una carta que le escribió previo a que lo perdieran.
Este libro que el autor calificó como “catártico”, cuenta con la impresión de su persona en estos personajes que también enmarcan parte de la situación actual que se vive en el estado y en el país en materia de seguridad, además de mostrar la parte humana de las víctimas.
