Prevén ambientalistas que escasez de agua se recrudezca, en marzo no habría agua para trasvasar a la CDMX

Laura Avalos | Grupo Marmor

Morelia, Michoacán.- Un grupo de ambientalistas de la región oriente del estado de Michoacán advirtió que la situación de escasez de agua pueda recrudecerse, y es que no se ha priorizado la atención de los bosques y la preservación de los mantos acuíferos, además de que se trasvasa una fuerte cantidad de agua desde la entidad michoacana hasta la Ciudad de México.

Sergio Vergara, presidente de la Asociación Pueblos del Agua, afirmó que se encuentran pidiendo el apoyo para poder conservar la riqueza y el patrimonio ambiental, ya que les interesa mantener el hábitat del estado.

Ante ello, propuso que la Ciudad de México pague un centavo por cada litro de agua que es trasvasada, ya que se encuentran afectando a los habitantes de los pueblos originarios en la región al grado de que algunos de ellos no cuentan con el servicio del vital líquido.

“Estamos frente a una crisis y una emergencia porque las presas están al 35 por ciento, en el mes de marzo probablemente no haya agua para trasladar a la Ciudad de México, por eso tenemos esta posición de conservación y del patrimonio ambiental que se tiene”, dijo.

El presidente reiteró en conferencia de prensa que se han realizado escritos y peticiones tanto a la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México, así como a la Presidencia de la República, sin embargo, no ha habido diálogo.

Por su parte, la vicepresidenta de la asociación, Angélica Nateras, advirtió la conformación de un nuevo frente en defensa de los recursos ambientales, el cual se realizará en conjunto con los habitantes del poniente del Estado de México y el oriente del estado de Michoacán.

Y así, se ha iniciado con manifestaciones en señal de protesta en localidades como San Pedro Martír y otras demarcaciones de la Ciudad de México, ante la falta de agua.

Además, adelantó que el próximo 12 de octubre se llevará a cabo una manifestación presencial en el Congreso de la Unión para exigir que se les escuche ante lo que calificaron como “oídos sordos” por parte de las autoridades.