Monserrat Hernández/Grupo Marmor
El día 24 de junio se celebra el Día del Paramédico, conocido en México como Día del Socorrista, cuya actividad representa el primer eslabón de la cadena de atención médica de urgencias.
El origen de esta conmemoración data del 24 de junio 1859 durante la batalla de Solferino, en la cual Henri Dunant -fundador de la Cruz Roja- y un grupo de voluntarios contribuyeron a dar alivio a los soldados heridos.
Debido este humanitario gesto, se decidió celebrar esta fecha en honor de la importante labor que prestan paramédicos y paramédicas a las víctimas de emergencias médicas cotidianas, conflictos armados, así como desastres naturales.
Las y los paramédicos, cuidan el traslado de sus pacientes a hospitales o centros de atención médica para que reciban los cuidados necesarios, manteniéndolos estables, utilizando equipos como máscaras de oxígeno, ventiladores, desfibriladores, suministros médicos y otros dispositivos de asistencia; igualmente, están a cargo de curar heridas y realizar vendajes en lesiones menores.
El personal paramédico también realiza la movilización no urgente de pacientes, como es el caso de quienes deben ser trasladados de un centro hospitalario a otro. Este servicio puede ser realizado por vía terrestre, aérea o marítima.
Al hacer mención de la efeméride, el portal oficial del Gobierno de México, señala que la profesión que desempeñan los socorristas es muy demandante tanto a nivel físico como emocional, por esa razón, además de su entrenamiento médico cuentan con apoyo psicológico para manejar situaciones de estrés, es por ello que, en este día, se les reconoce su trabajo y la atención que prestan en la sociedad.