Una vlogger surcoreana está siendo investigada por presunto asesinato luego de que publicara un video en el que aseguraba haber interrumpido su embarazo en la semana 36 de gestación, un caso que ha conmocionado al país y reavivado el debate sobre la ausencia de leyes sobre el aborto en Corea del Sur.
La investigación comenzó en julio, cuando la Policía Nacional de Seúl recibió una solicitud del gobierno surcoreano para indagar el caso tras la publicación del video en YouTube. En la grabación, la mujer describe el proceso de la interrupción de su embarazo, lo que ha generado indignación en la sociedad surcoreana.
A nivel mundial, los abortos después de las 24 semanas suelen estar prohibidos o restringidos a situaciones excepcionales, como anomalías fetales graves o cuando la salud de la madre está en peligro. Sin embargo, en Corea del Sur no existen leyes que regulen el aborto, ni sobre el momento, lugar o método en que pueden realizarse. Esta situación de vacío legal ha persistido durante casi cuatro años.
La falta de legislación no solo abre la puerta a posibles malas prácticas, sino que también dificulta el acceso a abortos seguros, dejando tanto a mujeres como a médicos en un estado de incertidumbre legal.
Ante este panorama, una coalición de 11 organizaciones y ONG defensoras de los derechos de las mujeres criticó al gobierno por perseguir a quienes interrumpen su embarazo en lugar de mejorar el acceso a servicios seguros de aborto.
El caso ha reavivado la discusión en Corea del Sur sobre la necesidad urgente de establecer un marco legal claro que garantice la seguridad y los derechos de las mujeres ante estas situaciones.