Redacción | Grupo Marmor
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó su postura de no involucrarse en el conflicto sirio tras la ofensiva rebelde que culminó con la caída del régimen de Bashar al-Assad en Damasco. En una publicación en su red social Truth Social, Trump señaló: “Siria es un desastre, pero no es nuestro amigo, y Estados Unidos no debería tener nada que ver con ello. Esta no es nuestra lucha. ¡No se involucren!”.
La declaración fue realizada el pasado sábado, un día antes de que los rebeldes islamistas anunciaran el control total de la capital siria, poniendo fin a más de 50 años de dominio de la familia Al-Assad. Imágenes transmitidas por medios internacionales mostraron a los ciudadanos de Damasco celebrando la “liberación”, con manifestaciones en el centro de la ciudad, disparos al aire y cánticos como “Allahu Akbar”.
En un acto simbólico, decenas de personas destruyeron una estatua de Hafez al-Assad, padre del dictador. La plaza de los Omeyas, uno de los principales puntos de reunión, fue epicentro de la celebración tras décadas de represión bajo el régimen.