Redacción / Grupo Marmor
En una jornada marcada por la indignación y la solidaridad, familiares, amigos y víctimas de despojos se congregaron este martes frente al Penal de Chalco para exigir la liberación de Doña Carlota “N”, una mujer de 74 años acusada de homicidio tras disparar contra dos hombres que, según ella y su defensa, intentaban despojarla de su propiedad.
Acompañada de sus dos hijos, también implicados en el caso, Carlota enfrenta un proceso judicial que ha desatado un debate sobre la legítima defensa y la creciente problemática de los despojos en la región.
El caso, que ha ganado atención en redes sociales bajo el lema “Todos Somos Carlota”, tuvo su origen en un conflicto por una vivienda que la señora había rentado a los hoy fallecidos. Según los antecedentes, Carlota les exigió la devolución del inmueble, pero los inquilinos se negaron, desencadenando una serie de tensiones que culminaron en un enfrentamiento armado. En el altercado, la familia abrió fuego contra los presuntos invasores, resultando en la muerte de ambos hombres.
Un video que circula en plataformas digitales muestra a Carlota reclamando el robo de muebles y objetos personales valuados en más de 40 mil pesos, incluyendo una recámara, un comedor, ropa interior y una parrilla eléctrica.
“Nos robaron todo”, se escucha en la grabación, mientras la situación escalaba con acusaciones mutuas sobre la propiedad. La intervención de la Guardia Nacional no logró evitar la tragedia.
#Video | ‼️Manifestantes piden la liberación de Carlota “N” y sus hijos Mariana “N” y Eduardo “N”.😲👇🏻
— Grupo Marmor (@Marmor_Noticias) April 9, 2025
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Con pancartas y consignas como “¡Liberen a Carlota!”, los manifestantes argumentan que la acción de la señora y sus hijos fue en defensa propia, un derecho que, según su abogado, debe ser reconocido por las autoridades.
“Doña Carlota fue llevada al extremo por personas que querían quitarle lo que es suyo”, afirmó el defensor, quien además señaló la impunidad que rodea los casos de despojo en el Estado de México, un problema que afecta a miles de familias.
La protesta, respaldada por vecinos que también han sufrido despojos, busca que la Fiscalía reconsidere las circunstancias del caso y otorgue a Carlota prisión domiciliaria debido a su edad y estado de salud. “No es una criminal, es una víctima que defendió su hogar”, expresó uno de los asistentes.
El caso de Doña Carlota pone sobre la mesa la complejidad de los límites entre la justicia y la autodefensa en un contexto donde el despojo inmobiliario es una constante. Mientras el proceso judicial sigue su curso, la movilización no cesa, y la sociedad mexicana observa con atención el desenlace de esta historia que ha tocado fibras sensibles.
Por ahora, las autoridades no han emitido un pronunciamiento oficial sobre las demandas de los manifestantes, pero la presión social crece. En las calles de Chalco, el grito de “Todos Somos Carlota” resuena como un llamado a replantear cómo se protege a quienes, en un acto desesperado, defienden lo que consideran suyo.