Redacción | Grupo Marmor
A pesar de representar una parte vital de la fuerza migrante en Estados Unidos, las madres mexicanas que viven sin estatus legal enfrentan una doble carga: la de criar en el exilio y la de sobrevivir a la invisibilidad institucional.
Aunque no existen cifras precisas, se estima que más de 2.5 millones de mujeres migrantes residen en EE.UU., y aproximadamente el 70 % de ellas son madres. Muchas de estas mujeres enfrentan condiciones de abuso físico, sexual o psicológico. De hecho, organizaciones defensoras de sus derechos aseguran que una de cada tres ha sido víctima de violencia.
La activista Elvira Arellano, originaria de Michoacán y reconocida internacionalmente por su lucha a favor de familias migrantes, subraya que el sistema actual les falla. Ella misma vivió la separación familiar, la deportación y el estigma de ser madre indocumentada. Hoy sigue liderando redes de apoyo que buscan frenar el sufrimiento de mujeres como ella.
La falta de datos desglosados por condición de maternidad impide la creación de políticas efectivas, explica Eunice Rendón, directora de Agenda Migrante. Las pocas cifras disponibles, como los más de 500 casos recientes de menores acompañados registrados por la Patrulla Fronteriza, solo dan una idea parcial del fenómeno.
Además, la Red Regional de Familias Migrantes —compuesta por madres centroamericanas que buscan a sus hijos desaparecidos en México— denuncia el abandono institucional. Consideran que las reuniones oficiales no ofrecen resultados, mientras miles de cuerpos no identificados siguen acumulándose en los servicios forenses del país.
Activistas urgen a los gobiernos de México y Estados Unidos a recopilar y transparentar datos sobre madres migrantes, para atender de forma realista los riesgos, necesidades y violencias que enfrentan a diario.