Una intensa tormenta ha paralizado a Zhengzhou, capital de la provincia de Henan, tras dejar más de 90 mm de lluvia en pocas horas. Las autoridades han decretado la suspensión total de clases, trabajos presenciales, transporte público y todas las actividades al aire libre, ante el riesgo inminente de desastres mayores.
Videos que circulan en redes sociales muestran escenas impactantes: calles convertidas en ríos desbordados, autos casi sumergidos por completo, y personas siendo arrastradas por la fuerza de las corrientes. En varios puntos de la ciudad, el agua alcanzó niveles tan altos que incluso unidades de rescate tuvieron dificultades para ingresar.
Esta nueva oleada de lluvias golpea una región ya debilitada por inundaciones recientes. El suelo saturado, sin capacidad de absorción, ha elevado peligrosamente el riesgo de deslizamientos, colapso de estructuras y cortes eléctricos.
El gobierno local ha emitido una alerta naranja, una de las más altas en su sistema de emergencias meteorológicas, y advierte que las lluvias torrenciales continuarán durante las próximas horas, acompañadas de tormentas eléctricas y vientos intensos.
Zhengzhou vive con el recuerdo fresco de la tragedia de julio de 2021, cuando una tormenta histórica provocó la muerte de al menos 300 personas. A pesar de las inversiones en drenaje y alertas tempranas tras aquel evento, las lluvias de este año están poniendo nuevamente a prueba la resiliencia de la ciudad.
Las autoridades han habilitado estaciones de metro y centros comunitarios como refugios temporales, y piden a la población mantenerse resguardada, no cruzar zonas inundadas y seguir únicamente información oficial.