Cuauhtémoc en Blanco: del brillo en la cancha al vacío legislativo

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HEBER HERNÁNDEZ / Grupo Marmor

En la Liguilla del Apertura 2008, Cuauhtémoc Blanco vistió por cuatro partidos los colores del Santos Laguna, en lo que fue el paso más fugaz de su carrera futbolística. Llegó a los Guerreros a préstamo del Chicago Fire y, aunque su desempeño fue destacado, no bastó para llevar al club a la corona. En esos encuentros, el exdelantero registró un gol y una asistencia, reafirmando su capacidad de marcar diferencia en cualquier equipo.

Durante sus 24 años de carrera profesional, Blanco jugó en 10 clubes distintos y en todos logró anotar. En el terreno de juego fue un fuera de serie: con su estilo único, su picardía y su técnica, convirtió 222 goles a nivel de clubes, dejando una huella imborrable en el fútbol mexicano.

Sin embargo, su desempeño en la política no ha replicado el éxito de sus años deportivos. Desde que asumió su cargo como diputado federal por Morena, su paso por el Congreso ha estado marcado por la inactividad legislativa.

De las 112 sesiones realizadas en la Cámara de Diputados, Blanco registra una “inasistencia por votación” (20 de noviembre de 2024) y tres “inasistencias” (1 de febrero), aunque aparece con 110 asistencias en los registros oficiales. A pesar de ello, rara vez se le ha visto en el pleno y su actividad en redes sociales suele girar más en torno a sus partidos de pádel o encuentros con exfutbolistas que a su labor legislativa.

En más de un año como legislador, no ha presentado ninguna iniciativa, punto de acuerdo ni proyecto de ley. Aunque es secretario de tres comisiones —Deporte, Zonas Metropolitanas y Presupuesto y Cuenta Pública—, no se ha registrado participación alguna de su parte, ni siquiera durante las recientes discusiones del Paquete Económico 2026.

La única ocasión en que subió a tribuna fue el 25 de marzo de 2025, cuando se defendió del proceso de desafuero en su contra promovido por la Fiscalía de Morelos. Acompañado por legisladoras de su bancada, aseguró tener “la conciencia tranquila” y denunció una campaña para desprestigiarlo.

Tras ser captado jugando pádel durante una sesión semipresencial, el exfutbolista justificó su ausencia argumentando motivos de salud.

“A mí me encanta el pádel. Gracias a Dios soy deportista. Me hice unos estudios en Médica Sur, porque necesito hacer ejercicio. Me van a ver siempre jugando futbol o pádel”, declaró.

De ídolo en las canchas a político cuestionado, Cuauhtémoc Blanco vive ahora un contraste evidente: donde antes hacía magia con el balón, hoy acumula ceros en su trabajo legislativo.