Invierno 2025: Estas son las vacunas recomendadas para reforzar la salud ante enfermedades respiratorias

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Con la llegada de los frentes fríos, no solo bajan las temperaturas: el sistema inmunológico también se vuelve más vulnerable a enfermedades respiratorias. Ante este escenario, especialistas en salud recomiendan reforzar la protección durante la temporada invernal mediante la aplicación de vacunas clave.

Influenza: dosis anual indispensable

La vacuna contra la influenza estacional se actualiza cada año para cubrir las variantes que circulan. Se sugiere aplicarla entre octubre y noviembre, especialmente en adultos mayores, niños menores de cinco años, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas.

Neumococo: prevención contra neumonía y complicaciones graves

El neumococo puede provocar neumonía, meningitis y otras infecciones invasivas. Las vacunas PCV13 y PPSV23 son recomendadas para adultos mayores de 65 años y pacientes con enfermedades pulmonares o sistemas inmunológicos comprometidos.

Covid-19: refuerzos siguen siendo necesarios

Aunque la emergencia sanitaria terminó, el virus mantiene actividad todo el año y registra incrementos en invierno. Las autoridades sanitarias recuerdan que los refuerzos actualizados siguen siendo importantes para adultos mayores, personas con comorbilidades y personal de salud.

Tosferina (DTP): vital para proteger a bebés

La tosferina representa un riesgo significativo para recién nacidos. Se recomienda que las mujeres embarazadas reciban la vacuna entre las semanas 27 y 36 de gestación, con el fin de transferir anticuerpos al bebé. Asimismo, adultos que convivan con lactantes deben aplicarse un refuerzo si han pasado más de 10 años desde su última dosis.

Triple viral (SRP): defensa contra sarampión, rubéola y paperas

La vacuna SRP forma parte del esquema básico y es crucial para mantener bajo control enfermedades que pueden resurgir durante el invierno o en zonas con bajas coberturas de vacunación.

Con estas recomendaciones, autoridades y especialistas buscan reducir la incidencia de infecciones respiratorias y proteger a los grupos más vulnerables durante los meses de frío.