Estados Unidos ha presentado a Rusia y Ucrania un plan de paz con 28 puntos, según medios internacionales. La propuesta contempla cesiones territoriales por parte de Ucrania, limitaciones a sus fuerzas armadas, garantías de seguridad y un ambicioso programa de reconstrucción. Sin embargo, algunos aliados europeos y autoridades ucranianas han expresado serias reservas.
Un borrador de paz propuesto por Estados Unidos, con 28 puntos, ha sido entregado a Ucrania, según reportes de medios como The Guardian, El País y La Vanguardia. La iniciativa fue desarrollada por enviados de Washington y Moscú, encabezados por el enviado especial estadounidense Steve Witkoff, y contempla concesiones sensibles para Ucrania a cambio de garantías de seguridad y un plan económico para la reconstrucción.
Contenido clave de la propuesta
De acuerdo con fuentes que han tenido acceso al borrador, los principales puntos del plan incluyen:
- Confirmación de la soberanía de Ucrania. El documento reconoce formalmente la existencia de Ucrania como Estado independiente.
- Acuerdo de no agresión entre Rusia, Ucrania y Europa. Se plantea un pacto integral para resolver “ambigüedades” históricas de seguridad en el continente.
- Limitación de la expansión de la OTAN. El plan incluye un compromiso para que la OTAN no se amplíe más, y que Rusia no invada otros países.
- Diálogo Rusia–OTAN mediado por EE. UU. Se propone que Estados Unidos actúe como mediador en un mecanismo de seguridad para desescalar tensiones.
- Garantías de seguridad para Ucrania. El plan menciona “garantías fiables”, aunque sin definir plenamente su mecanismo o alcance.
- Reducción de las Fuerzas Armadas ucranianas. Se propone limitar el ejército de Ucrania a 600 000 efectivos, frente a las cifras actuales.
- Neutralidad de Ucrania y cláusula constitucional. Ucrania debería consagrar constitucionalmente que no ingresará a la OTAN, y la Alianza Atlántica asumiría una disposición para impedir su adhesión futura.
- Prohibición del despliegue de tropas OTAN en Ucrania. El plan establece que no se estacionarán fuerzas de la OTAN en territorio ucraniano.
- Aviones europeos en Polonia. Aunque no habría tropas de la OTAN en Ucrania, cazas europeos podrían ubicarse en Polonia.
Cláusulas de garantía y sanciones.
- Estados Unidos recibiría compensación por asumir las garantías de seguridad.
- Si Rusia viola el pacto, se reimpondrían sanciones globales y se revocarían beneficios del acuerdo.
- Si Ucrania lanza un misil sin causa justificada contra ciudades rusas como Moscú o San Petersburgo, perdería esas garantías.
- Reconocimiento europeo y reconstrucción.
- Se abre la posibilidad de que Ucrania acceda a la UE, con trato preferencial en el mercado europeo.
- Se plantea un paquete de reconstrucción con la creación de un Fondo de Desarrollo para Ucrania, inversiones en infraestructura energética, gasística, extracción de minerales y modernización de ciudades.
- Reintegración de Rusia a la economía global.
- El borrador sugiere que las sanciones contra Moscú se levantarían en etapas.
- Se plantea un acuerdo bilateral de largo plazo entre EE. UU. y Rusia para cooperación en energía, tecnología (como inteligencia artificial) y metales estratégicos, incluso invitando a Rusia a reincorporarse al G8.
- Uso de activos rusos congelados. Se destinarían 100.000 millones de dólares de esos activos a la reconstrucción ucraniana. Parte de las ganancias del fondo serían para EE. UU. y el resto para inversiones conjuntas entre Rusia y Estados Unidos.
- Mecanismo de supervisión. Se crearía un “grupo de trabajo de seguridad” bilateral (EE. UU.–Rusia) para vigilar el cumplimiento del acuerdo.
- No agresión legislada. Rusia incluiría en su legislación el compromiso de no agredir a Europa o Ucrania.
- Control de armas nucleares. Se propone extender los tratados de reducción nuclear (como el START), y Ucrania se comprometería a ser un Estado no nuclear.
- Central nuclear de Zaporiyia bajo supervisión del OIEA. La energía producida se repartiría por mitad entre Rusia y Ucrania.
- Programas educativos y culturales. El plan incluye iniciativas para fomentar la tolerancia, contra el racismo y para proteger a minorías lingüísticas y religiosas, con especial atención al ruso y a la iglesia ortodoxa.
- Reconocimiento territorial de facto. Crimea, Donetsk y Lugansk serían reconocidas como territorios bajo control ruso de facto. Las líneas de frente en Jersón y Zaporiyia se “congelarían” como fronteras, y se crearía una zona neutral desmilitarizada.
- Libre comercio marítimo y fluvial. Rusia no bloquearía el uso del río Dniéper para fines comerciales por parte de Ucrania, y se facilitaría el transporte de grano por el Mar Negro.
- Comité humanitario. Se plantea intercambiar prisioneros “todos por todos”, liberar rehenes civiles —incluidos niños— y promover reunificación familiar.
- Elecciones en Ucrania. Se exigiría que Ucrania celebre elecciones en un plazo de 100 días tras la firma del acuerdo.
- Amnistía total. Todos los participantes en la guerra recibirían amnistía por sus acciones durante el conflicto, renunciando a futuras reclamaciones legales.
- Alto al fuego inmediato. Una vez firmado el memorando, se activaría un alto al fuego y las tropas retrocederían a los puntos acordados para iniciar su retirada.
Reacciones y críticas
- La Unión Europea ha expresado su descontento porque el plan fue elaborado sin participación activa de Kiev ni de los líderes europeos.
- En Ucrania, el presidente Volodímir Zelenski ha sido cauteloso: ha recibido el borrador, pero señala que se debe avanzar con “trabajo genuino” entre sus equipos y los de EE. UU.
- El Kremlin ha restado peso mediático a los reportes sobre el plan, con voceros que afirman que no hay “novedades sustantivas” respecto a sus demandas anteriores.
- Expertos y medios advierten que varias cláusulas parecen alinearse con las exigencias históricas de Rusia, lo que podría legitimar conquistas territoriales.
- También hay dudas sobre cómo funcionarán las garantías de seguridad: aunque se prometen, no están totalmente definidas; algunos analistas señalan que podrían depender de condiciones estrictas para activarse.
Riesgos financieros y geopolíticos
El plan propone usar activos rusos congelados para reconstruir Ucrania, lo cual implica repartir beneficios entre EE. UU., Ucrania y Rusia.
Esto ha generado críticas: algunos consideran que Washington podría beneficiarse desproporcionadamente. Además, al reincorporar a Rusia a la economía global (y potencialmente al G8) se plantea un riesgo de que los intereses geopolíticos rusos retomen espacio en el escenario internacional.
Asimismo, la imposición de una limitación militar a Ucrania y su renuncia a ingresar a la OTAN son medidas que, aunque parte del plan, revisten un alto costo estratégico para Kiev si llegara a aceptarlas.
El plan de paz de 28 puntos propuesto por Estados Unidos representa una apuesta diplomática ambiciosa para poner fin al conflicto entre Rusia y Ucrania. No obstante, las concesiones que exige a Kiev (territoriales, militares y políticas) han generado resistencia tanto en Ucrania como entre sus aliados europeos. Su éxito depende ahora de la voluntad política de las partes, la claridad de las garantías ofrecidas y de un monitoreo efectivo para asegurar que se cumpla. Si se concretara, podría transformar profundamente el mapa geopolítico europeo; si no, corre el riesgo de fracasar antes de arrancar.





























