A todos nos ha pasado, tienes el trozo de piña enfrente de ti, lo muerdes, lo masticas y gozas el jugo que suelta la fruta. El trozo amarillo tiene un óptimo sabor, sigues masticando, y de rápido, dejas de gozar ya que la piña atacó tu lengua.

“La piña me tomó la lengua”, mencionan ciertos, ya que la sensación es como si el trozo de fruta realmente hubiera atacado a la lengua.

Sin embargo la realidad es que debemos ingerir piña pues es rica, ya que tiene el poder de librarnos de padecimientos inclusive mortales, y ya que hay trucos para comerla sin que nos escalde la lengua.

La vitamina C en la piña puede dar hasta 131% del costo diario recomendado, dice el lugar Alimentos Saludables.

“La vitamina C tiene una fama por suprimir la tos, los resfriados, y indicios de gripe”, sostiene esa página, y añade que la vitamina C además es necesario para sintetizar el colágeno que es la proteína estructural de mayor relevancia en el cuerpo humano para los vasos sanguíneos, los órganos, la dermis, la ayuda de los tejidos, la absorción de metales pesados, y la fuerza de los huesos.

Por su parte, de acuerdo con la publicación del Reino Unido Medical News Today, especializada en información para la salud, la piña tiene una mezcla que la hace capaz de minimizar los indicios de la sinusitis y de beneficiar en el procedimiento de la osteoartritis.

Dicha mezcla además tiene efectos antinflamatorios, anticancerígenos, y además ayuda a la digestión y a la pérdida de peso, según detalla el portal de Healthline. No obstante dicha mezcla es además la contestación a por qué la piña escalda la lengua. La mezcla se denomina bromelina.

“Las piñas, tanto en la fruta como en el tallo, tienen dentro la proteína enzimática llamada bromelina”, dice Science Meets Food, un portal del tecnólogos alimentarios.

Sostienen de esta forma el motivo por la que sentimos que la piña nos escalda la lengua: la bromelina en la piña descompone las proteínas del revestimiento mucoso defensor y del tejido de el área de la boca y la lengua.

La lengua no nos queda destrozada luego de este “ataque” de la piña, debido a que nuestro cuerpo humano regenera células y repara los tejidos de nuestra boca, según plantea Science Meets Food.

No todo está perdido

Los monumentales beneficios de la piña y la viable molestia que nos puede crear comerla cruda nos pone “entre la espada y la pared”, más todavía una vez que poseemos claro que la piña puede ayudarnos a enflaquecer pues la bromelina, según Healthline, acelera la digestión de las grasas.

No obstante no todo está perdido: hay probabilidad de ingerir la piña y aprovechar sus nutrientes sin sufrimiento. Una elección es hornearla, lo que modifica los efectos de la piña en la boca de los individuos, y nos posibilita gozar del buen sabor de este fruto.

Puedes aprovechar la piña horneada en una rica pizza hawaiana, o en una preparación con carne. Además puedes comerla asada, o sea, pasando el fruto por una sartén o plancha caliente.

Si de plano deseas la piña cruda, y comerla sin sufrimiento, puedes hundir unos trozos de esta en agua con sal. “La sal de mesa, una vez disuelta en agua, se separa en iones de sodio con carga positiva y iones de cloruro con carga negativa que interrumpen las colaboraciones en medio de las proteínas y las moléculas de agua. Esto además desestabilizará la proteína (de la piña) y desnaturalizará su estructura” mencionan los estudiosos de Science Meets Food.