En una cárcel de California, Kristina Frost fue víctima de uno de los tantos miles de crímenes de odio y discriminación que se cometen en el mundo contra la comunidad LGBT.
Pese a que se identificó como mujer, las autoridades estadounidenses ignoraron su declaración y la trasladaron a una cárcel para hombres.
ella fue ingresada contra su voluntad a una celda con 3 hombres, se disponía a descansar cuando uno de ellos la atacó y la comenzó a golpear. La golpiza término hasta que el hombre le rompió la mandíbula.
El ataque provocó que le realizarán dos cirugías. Tras este caso, se impulsará una nueva ley que requiere que el estado aloje a los reclusos trans de acuerdo a su identidad de género.
