1969, así surgió el Zoológico Benito Juárez en Morelia

Tere Jaramillo/Grupo Marmor

Morelia, Michoacán.- El Zoológico Benito Juárez también conocido como Zoológico de Morelia, es el parque zoológico más importante del estado, el segundo más visitado del país y el segundo más importante de América Latina por su número de especies y de individuos.

Inaugurado el 30 de septiembre de 1970 por el entonces Gobernador del Estado, Carlos Gálvez Betancourt, y como legado del Sr. Jesús Guzmán Villicaña.

Ma. Del Rosario Guzmán Lara (hija del Sr. Jesús Guzmán Villicaña, pionero fundador del parque-zoológico) que se sabe cómo comenzó todo, contó que la historia del zoológico surge a su llegada de los Estados Unidos en donde residía la familia del Sr. José Guzmán Villicaña. De acuerdo con su testimonio corría el otoño de 1968

“…Después de dos días de la inauguración de las olimpiadas en México, llega a Morelia el Sr. J. Jesús Guzmán Villicaña con su familia cambiando su estancia de emigrantes de California EEUU; se  transportaban en una camioneta Rambler American. Junto con la familia viajaba su hermano Luis en un Mustang. Además de estos vehículos y de sus equipajes, traían los animales “familiares” que eran: dos gatos siameses, varios pericos australianos, canarios, una pecera con varias especies de peces, caracoles y tortugas un perro pastor alemán, palomos de razas Devolteadores, pavo-reales, faisanes y tres gallinas de guinea. 
En aquel tiempo migración no solicitaba ninguna autorización de vacunas. De octubre a noviembre esperando que llegara el vagón con los enseres de casa se estuvieron aclimatando los animales en el jardín de la casa materna en la calle de Virrey de Mendoza 246, tiempo en el que la familia tuvo muchas visitas por la novedad de los animales. Entre las personas que se destacó, además de ser vecina y amiga, fue la señora Estrella Borja, que a su vez le platicó las novedades sobre el Sr. Guzmán a su mamá mejor conocida como la Sra. Doña Toyita Borja, quien sería la responsable de que existiera el zoológico porque fue ella quien intervino y sirvió de enlace directo con el gobernador del Estado Don Carlos Gálvez Betancourt  y quién pide precisamente a Jesús Guzmán, por su experiencia en parques y la destacada labor que tuvo en de Disneylandia, realice un proyecto de un parque de diversiones en los terrenos que entonces eran de la Forestal del Estado cerca de la Casa de Cristal y que se hiciera a su vez un museo de historia natural para que ahí se trasladaran los ejemplares que se exhibían.”



El Sr. Guzmán ya tenía una experiencia de trabajo en parques de California E.U., y es, a través de la Sra. Toyita Borja que se contacta con el gobernador para plantear la idea de crear un parque de diversiones en lo que era el parque Juárez, aunado claro esta a la exhibición de animales, lo que en resumen representa el concepto de lo que se considera actualmente como zoológico. Por los comentarios de la Sra. Guzmán, los trabajos para planificación del zoológico fueron relativamente rápido y para inicios del año posterior la disposición y delimitación del área estaba claramente definida:

“…En la primavera comienza la planificación, proyección y planos del parque disponiendo de una oficina de proyectos de CFE que estaba en la calle Madero cerca del templo de la Merced y de inmediato comienzan los preparativos en los terrenos designados que son desde los límites de la escuela Pino Suárez al norte, la Calzada Juárez al oeste, la Av. Camelinas al sur y al este con Abasolo y a la altura de la calle Irepán con Morelos Sur.”


Para esta época el parque Juárez ya contaba con al menos 71 años de existencia; tiempo en el que se había consolidado como unos de los sitios preferidos por los morelianos y que a pesar de la lucha armada iniciada en 1910, se había mantenido y consolidado por las fiestas celebradas durante agosto en la Loma de Santa María. Al respecto la Sra. Guzmán comenta:

“…En ese entonces los pobladores de Morelia se divertían los domingos en Plaza de Armas, o en varios jardines de la ciudad, pero principalmente en el Parque Juárez se concentraba la mayoría y una muchedumbre se aglomeraba en los patos de la fuente cercana al Hospital Infantil, justo dónde termina la calle de Antonio Álzate; se fue haciendo una tradición de todos los domingos el ir a los patos a darles de comer;  surge ahí la idea de hacer una exhibición de animales vivos además de los disecados de la casa de cristal, además del proyecto de construcción de algunas jaulas para felinos y que aún están y colindan con los cenadores de Santa María, las jaulas de aves que están a la orilla sur del lago y la de los monos araña que estaban en el área de los juegos, en donde el gobierno de Don Carlos Gálvez participaría con la gestión  al zoológico de Chapultepec para la donación de varios animales.”

1969 representó para la conformación del parque-zoológico Benito Juárez un año trascendental en donde la planificación fue importante para echar a andar el proyecto:

“…Mientras tanto, en el transcurso del proyecto, las aves traídas desde California se acomodaron en el costado Este de la administración y esto sirvió para que gente del Retajo, Santa María, los Filtros Viejos, Atécuaro, la Huerta, el Durazno y otros lugares cercanos a la cabecera municipal de Morelia comenzaran a llevar tejones, ardillas culebras, búhos, aguiluchos, halcones, zarigüeyas y demás especies menores de la región; primero, para que se atendieran porque las encontraban, y segundo, para que se exhibieran como novedad porque así era la costumbre por la Casa de Cristal que al no tenerla ya y estando en construcción el nuevo centro recreativo era propicio donar ahí los animales apoyando aún más a la idea de la fuente de los patos.
En muchas ocasiones los pobladores de Santa María, a la altura de los filtros para ser precisos, en la calle de Camino de los Gatos, en varias casas frecuentemente encontraban serpientes de cascabel y hocico de puerco;  había tarántulas del tamaño de la mano, pero en ese entonces no había tantas casas y acudían en auxilio, buscando quien pudiera retirar los animales peligrosos de sus jardines, para ese momento el recinto en proyección y construcción no estaba abierto al público, pero la popularidad de ir a ver tantos animales juntos e intervenir en los rescates, fue la mejor promoción que tuvo el parque aun antes de que se terminara de construir y se inaugurara oficialmente. 



Es seguro que el placer que causó de ver estos animalitos, no en jaulas sino en simples corrales de alambre de gallinero y estructura de madera a 50 cm de altura o amarrados en un simple palo, verlos tan cerca, y mansos como perros, como es el caso de las zarigüeyas, tejones, algunos libres como las ardillas y algunas aves que llegaban por la comida fácil, esta fue entonces la ideología del zoológico, que las especies tuvieran un refugio en dónde estuvieran protegidos asegurando la sobrevivencia en las mejores condiciones posibles, y si por suerte la gente las pudiera ver entonces era ganancia aparte porque disfrutaría de su exhibición pero el entretenimiento, pasatiempo o espectáculo no era lo primordial cuando menos así se logró antes de que se abriera este recinto al público. 

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