Hallan irregularidades en el almacenamiento de vacunas AntiCovid

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) entregó el informe final de Cuenta Pública correspondiente al año 2020, donde detectó presuntas irregularidades en el almacenamiento de las vacunas contra el COVID-19, pues notó una diferencia “en el número de dosis que entraban y salían” del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).

De acuerdo con la ASF existieron deficiencias “en el control y supervisión de la adquisición, recepción, almacenamiento y distribución de las vacunas”, a esto se le suma que no se contó con toda la información relacionada a la llegada de las vacunas fabricadas por AstraZeneca a territorio nacional.

En el Incan, donde se guardaron las dosis de la vacuna Pfizer, la Auditoría encontró posibles irregularidades entre las entradas y las salidas del almacén, además de que no cuentan con el número de lote, necesario para los formatos de control.

Otras irregularidades halladas en el Incan son: falta de loteno existe el nombre de la dependencia o entidad receptora de las vacunasdiferencias en el número de dosis registradas con respecto a las actas de recepción, tampoco se especificaron los nombres de los funcionarios que recibieron y entregaron el biológico.

Por otra parte hubo diferencias entre los datos proporcionados por el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (CENSIA) y los de la Auditoría respecto “la cantidad de dosis y el número de lotes” disponibles de la vacuna AstraZeneca. Señaló que dicho ente no dio seguimiento a las acciones de “transporte y destino” de las vacunas.

En relación con el transporte, la distribución y el almacenamiento de la vacuna, se observó que el CENSIA no contó con dicha información (…) sin que contara con evidencia documental o información acerca de las acciones realizadas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) o la Guardia Nacional”, explicó la ASF sobre el envío de vacunas.

En el análisis ‘Remisiones de producto terminado y acuse de recibo’, la Auditoría determina que el CENSIA tuvo una remisión donde el número de lote era incorrecto, tres donde no se señala el número de dosis entregadas, siete donde no se dice qué unidad administrativa fue la receptora y cinco donde no se señala qué servidor público fue responsable de la entrega.