El tailandés Charn Janwatchakal durmió durante 21 años con el cadáver embalsamado de su esposa en su habitación en Bangkok, pero tomo la decisión de incinerar el cuerpo.
Charn, de 72 años, contactó la semana pasada a la fundación Phet Kasem Bangkok para que le ayudaran a incinerar el cadáver, ya que se sentía mayor y temía que, en caso de fallecer, nadie pudiera encargarse del cuerpo.
Charn vivía felizmente con su esposa y dos hijos cuando esta falleció en 2001 por problemas de salud, tras lo que decidió conservar el cadáver en casa al no poder aceptar su muerte, según detalló a la fundación.
Voluntarios en la fundación organizaron el pasado sábado una ceremonia budista y la incineración del cuerpo en el templo Wat Sakorn Sun Prachasu.