Día Mundial de los Derechos del Nacimiento

El 7 de junio se celebra el Día Mundial de los Derechos del Nacimiento, con el propósito de crear conciencia sobre la importancia de este evento en la vida de cada ser humano y de respetar el vínculo especial que se forma entre la madre y el bebé desde el momento del alumbramiento. El nacimiento representa un momento único e inolvidable en la vida de una persona.

Durante nueve meses, la madre ha llevado al nuevo ser en su vientre y luego debe amamantarlo y cuidarlo hasta que pueda valerse por sí mismo. El Día Mundial de los Derechos del Nacimiento busca garantizar y respetar los derechos de todos los niños y madres del mundo, asegurando que el nacimiento se produzca de la manera menos traumática posible, con enfoque en el bienestar tanto de la mujer como del futuro bebé.

Los Derechos del Nacimiento fueron desarrollados por asociaciones y profesionales dedicados a la práctica de los nacimientos. Estos derechos, establecidos en el Decálogo de los Derechos del Nacimiento, incluyen:

  1. Reconocimiento del bebé como un ser física y emocionalmente capaz durante su tiempo en el útero y después del nacimiento.
  2. Atención y cuidado adecuados de la madre durante todo el embarazo.
  3. Respeto del momento, ambiente y acompañamiento adecuados durante el proceso fisiológico del parto.
  4. Privacidad para la madre durante el parto.
  5. Contacto entre el bebé y la madre después del nacimiento para fortalecer el vínculo entre ambos.
  6. Disfrute de la lactancia materna por parte del bebé durante al menos el primer año de vida.
  7. Atención directa de la madre al bebé durante al menos el primer año de vida, permitiendo que estén juntos el tiempo necesario.
  8. Estimulación del apego y contacto directo con la madre para los bebés prematuros, favoreciendo su desarrollo físico y salud.
  9. Contacto directo con el cuerpo de la madre durante los primeros nueve meses de vida para promover seguridad, confianza y desarrollo emocional.
  10. Derecho de los padres a tomar decisiones informadas para el bienestar de sus hijos, recibiendo asesoramiento adecuado.

Estos derechos están enmarcados dentro del derecho universal a la vida, que garantiza a todos los niños y niñas la oportunidad de crecer, desarrollarse y alcanzar sus metas. Además, se reconoce la importancia de brindarles recursos materiales y afectivos para su pleno desarrollo físico y emocional, incluyendo necesidades básicas como alimentación, salud, educación y un entorno familiar y social favorable.

Los padres desempeñan un papel fundamental en la crianza de sus hijos, transmitiendo valores y disciplina para formar individuos responsables y comprometidos. Asimismo, los gobiernos tienen la responsabilidad de implementar políticas económicas, sociales, educativas y culturales que promuevan el desarrollo integral de todos los niños a nivel global.