Bobi, el perro que ostentaba el título del perro más longevo del mundo, ha fallecido a la edad de 31 años en su hogar en Conqueiros, una pequeña localidad cerca de la costa portuguesa. Su excepcional longevidad había sido reconocida por el Récord Guinness en febrero, lo que atrajo a numerosos visitantes que querían conocerlo.
Leonel Costa, el dueño de Bobi, atribuye la longevidad de su querido amigo a la buena nutrición, la libertad y el contacto constante con la naturaleza. Bobi había superado la expectativa de vida de su raza, un mastín del Alentejo, que normalmente oscila entre 12 y 14 años.
A pesar de su longevidad, Bobi enfrentó algunos desafíos de salud en sus últimos años, incluyendo dificultades para caminar y deterioro de la vista. Su historia de vida sigue siendo un testimonio de amor, cuidado y una vida plena junto a su dueño.
