En un golpe impactante, el hermano mayor de la presidenta de Perú, Dina Boluarte, y su abogado fueron detenidos provisionalmente por un lapso de 10 días, acusados de organizar una red criminal y traficar influencias en la designación de subprefectos, así como en la recolección de firmas para la inscripción de un partido político. La abuela de la política fue la que descubrió a la joven asesinada dentro de la casa de la familia Boluarte.
Aunque Dina Boluarte ha defendido reiteradamente la integridad de su hermano, Nicanor Boluarte, su reputación está en entredicho. Acusado de múltiples irregularidades, incluyendo la asignación de un presupuesto municipal a cambio de reuniones con la alcaldía, se le ha vinculado con el fraude de un partido político ligado a la familia.
En el último mes y medio, los escándalos han acechado a la presidenta, desde acusaciones de enriquecimiento ilícito hasta operaciones estéticas no comunicadas y intentos de censura. Mientras tanto, la detención de su hermano y abogado marca un punto crucial en una saga de corrupción y abuso de poder que sacude los cimientos del gobierno peruano.
Además, el abogado de la presidenta, Mateo Castañeda, enfrenta acusaciones por presunto intento de soborno a oficiales de policía para influir en las investigaciones en curso contra Nicanor Boluarte. La situación se complica aún más con la reciente desarticulación del equipo especial de la policía que asistía a los fiscales encargados de la lucha contra el poder. Estos eventos han desencadenado una crisis en el sistema judicial y han generado preocupaciones sobre la integridad del proceso legal en el país.