Día Internacional del Parlamentarismo

El 30 de junio se conmemora el Día Internacional del Parlamentarismo, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en mayo de 2018. En esta celebración se reconoce la importancia de los parlamentos nacionales en la formulación y aplicación de planes y estrategias, así como en la promoción de la transparencia y la rendición de cuentas por parte de los gobiernos en todo el mundo.

Los parlamentos desempeñan un papel fundamental en la democracia al representar la voz de los pueblos y garantizar la implementación adecuada y eficiente de políticas equitativas e igualitarias que beneficien a todos, especialmente a los más vulnerables.

Además, los parlamentos tienen un papel destacado en la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, contando con el apoyo de la Unión Interparlamentaria (UIP), la cual es la organización mundial de los parlamentos nacionales. La UIP, fundada el 30 de junio de 1889, fue la primera organización política parlamentaria de carácter internacional. Los Estados miembros han promovido una mayor participación de las organizaciones parlamentarias en el trabajo de las Naciones Unidas, fomentando una estrecha interacción con la sociedad civil para conocer directamente sus inquietudes y necesidades.

Los antecedentes del parlamentarismo se remontan a la Antigüedad, donde las primeras asambleas electas con poder ejecutivo surgieron en las ciudades-estado de Grecia, como la Ecclesia en la democracia ateniense. En la Antigua Roma, el Senado romano, compuesto principalmente por las élites aristocráticas, desempeñó un papel consultivo y tenía ciertas competencias a nivel municipal.

En la Edad Media y la Edad Moderna, las Cortes de Castilla y las Cortes del Reino de León fueron los primeros antecedentes del parlamentarismo en el mundo occidental. El poder de los monarcas estaba supeditado a las decisiones de estas asambleas formadas por el clero, la nobleza y representantes de las ciudades. En Europa Occidental, destacan las asambleas de los Estados Generales en Francia, las Cortes en los reinos de la Corona de Aragón y el Parlamento en el Reino de Inglaterra.

A lo largo de la historia, se fueron dando avances en la inclusión del Tercer Estado, que representaba al pueblo y a la burguesía, en las asambleas parlamentarias. Por ejemplo, en 1215, la Carta Magna en el Reino de Inglaterra reconoció privilegios y prerrogativas que redujeron la influencia del monarca a favor del Parlamento. En Inglaterra, durante el año 1640, el Parlamento Inglés asumió los poderes del Estado durante un breve periodo de tiempo, lo cual condujo a una guerra civil. Posteriormente, Oliver Cromwell estableció la República Inglesa en 1649.

En el continente europeo, la Revolución Francesa introdujo un modelo de representación democrático-parlamentario basado en el contrato social de Rousseau.

En cuanto a la estructura de los parlamentos, existen dos tipos: los bicamerales, que cuentan con dos cámaras parlamentarias, y los unicamerales, que tienen una única cámara. La elección de un sistema u otro depende de la historia, el contexto y la tradición parlamentaria de cada país.