Presidente Arturo Estrada Encabeza la Celebración del Grito de Independencia en Quiroga

El movimiento armado y social por la Independencia, libertad e igualdad en México, tuvo como principal objetivo liberar a nuestro país del yugo español. La madrugada del 16 de septiembre, el cura Don Miguel Hidalgo y Costilla convocó al pueblo a través del repique de las campanas de su iglesia, a levantarse en armas contra del invasor.

Siguiendo ese ejemplo, levantémonos muy de mañana y luchemos contra las adversidades, rechacemos cualquier tipo de mediocridad, construyamos cada día una patria mejor, sigamos por el camino de la transformación. Tener presente que cuando hacemos las cosas bien se ponen en contra grandes adversidades, pero nada nos debe detener en nuestro propósito de levantar los muros de libertad, muros que son necesarios para “separar lo precioso de lo vil”.

No podemos darnos el lujo de dejar las cosas para después, ni decir ¡Ya mañana!, porque el mañana no nos pertenece. Hoy como hace 213 años, la voz de Miguel Hidalgo en contra de las injusticias y a favor de la igualdad debe ser escuchada con total nitidez y fuerza, como dice el emblema del escudo de Michoacán: Heredamos libertad, legaremos justicia social, ese es el compromiso que como gobierno tenemos con nuestra cabecera municipal, con las comunidades originarias y las rancherías.

Somos responsables de reafirmar los valores de libertad, soberanía del pueblo, justicia e igualdad que enarbolaron los héroes insurgentes, y que siguen siendo valores que guían e inspiran a México como nación.


Recordamos a las personas que en 1810 comenzaron la construcción de nuestro país aún a costa de su propia vida, aquellos que soñaron con un México justo y con igualdad de oportunidades para todos. Hoy nos corresponde seguir luchando por ese ideal de equidad, de justicia.

Revisé lo dicho por el Licenciado Benito Juárez García en la ciudad de Oaxaca el 16 de septiembre de 1840, y dejó en mi un fuerte impacto su pensamiento al decir que Don Miguel Hidalgo es el dichoso mortal que el cielo destinó para humillar en México la tiranía española. Con cuyo movimiento libertario recibió el león castellano una herida mortal, que más adelante lo obligó a soltar la presa. Así, la Providencia Divina fijó al monarca español el hasta aquí de su poder, dando al pueblo azteca un nuevo Moisés que lo había de salvar del cautiverio.

Convencido de la justicia de su causa, Hidalgo recibe la muerte con la serenidad de los héroes, dejando ya comenzada la obra de nuestra regeneración política.
Para que la obra de la Independencia que nos dejó encomendada el héroe de Dolores reciba su más perfecta consolidación, enfatiza Don Benito Juárez, necesitamos de dos cosas; Primera: imitar la resolución noble de Hidalgo para trabajar en bien de la patria; y Segunda: desechar de nuestro sistema político las máximas antisociales con que España nos gobernó y educó por tantos años.
“Desde el corazón de Quiroga, proclamamos con reverencia y orgullo:

“¡Qué vivan los héroes que nos dieron patria y libertad!
¡Qué viva el Estado Libre y Soberano de Michoacán!. ¡Que viva México!.